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Fallos de implantación, ¿qué debemos hacer?

La implantación es la adhesión del embrión a la pared del útero materno durante el

periodo de la ventana de implantación, que tiene lugar 6 o 7 días después de la

fecundación, lo que da lugar a un embarazo.

El proceso de implantación se divide en dos periodos:

  1. Periodo preimplantatorio: tiene lugar la preparación del endometrio, la división temprana del embrión y la aposición.

  2. Periodo implantatorio: el embrión en estadio de blastocisto se fija al endometrio.



¿Qué es un fallo de implantación?

Se habla de fallo de implantación después de 3 ciclos de FIV con sus óvulos, o tras 2

ciclos de ovodonación, siempre que se hayan transferido embriones de buena calidad,

no haya habido problemas técnicos durante la transferencia embrionaria y no existan

problemas evidentes en el útero.

El fallo de implantación sigue siendo una cuestión compleja en la que trabajamos e

investigamos día tras día. Supone un gran reto tanto para los profesionales en

reproducción asistida como para los pacientes.

No es fácil enfrentarse a ello y asumir ese fallo tras un esfuerzo tanto físico, como

psíquico como económico.

Las causas más comunes son:

  • Causas embrionarias: El dato más importante a tener en cuenta ante un fallo de implantación en la calidad de los embriones, que no deben presentar dificultades a la hora de alcanzar el estadio de blastocisto. Cuando se ha producido más de un fallo de implantación debemos detenernos, identificar y analizar exhaustivamente las posibles causas que hayan podido llevarnos a ese fallo.

  • Causas uterinas: Factores que puedan condicionar a receptividad, como Infecciones crónicas asintomáticas del endometrio, pólipos o adherencias, anomalías en la ventana de implantación…

  • Causas sistémicas: alteraciones en los procesos de coagulación que puedan provocarabortos de repetición o trastornos en el sistema inmunológico que provoquen el rechazo de la implantación del embrión en el útero de la mujer.

¿Cómo identificamos las causas de un fallo de implantación?

A través de una serie de pruebas, y siempre de manera individualizada, podemos

determinar cuáles han sido las posibles causas.


Las más comunes son las siguientes:

Pruebas de coagulación: Aunque existe una amplia lista de problemas, la

mayoría se tratan con antiagregantes, heparina o la combinación de ambas.

Pruebas uterinas: Mediante la histeroscopia o ecografía 3D debemos descartar

problemas anatómico como miomas, malformaciones, pólipos, adherencias…,

También podemos estudiar la flora endometrial, ya que su alteración y una

posible inflamación crónica del endometrio podrían aumentar el riesgo de fallo

de implantación o aborto.

Pruebas inmunológicas: aunque es un área controvertida y en constante

evolución, La PNI (psiconeuroinmulogía) puede analizar las posibles causas que

puedan interferir en la implantación.

Estudio genético de los embriones: la alteración cromosómica de los embriones

es, sin duda, la gran causa de fallo de implantación y aborto. El diagnóstico

genético preimplantacional permite seleccionar a los embriones sanos en el

laboratorio. Esta técnica complementaria consiste en el análisis genético de

una célula extraída de un embrión sin que afecte a su desarrollo.

¿Qué soluciones existen ante fallos de implantación de repetición?

La donación de óvulos o la donación de semen es la mejor opción ante fallos de

implantación repetidos cuando se transfieren embriones a un útero y endometrio

normales.