Fertilidad y Psiconeuroinmulogía
Actualizado: 6 feb

¿Qué es la psiconeuroinmunología y cómo nos ayuda?
La PNI (psiconeuroinmulogía) estudia la interacción entre los procesos psíquicos
(emociones, estado mental), el Sistema Nervioso (el cerebro y sus conexiones), el Sistema Inmune (nuestras defensas) y el Sistema Endocrino (control de nuestras hormonas) de nuestro cuerpo.
Todos estos sistemas están interrelacionados por lo que la PNI ya está demostrado
qué puede ser efectiva para tratar problemas de fertilidad, sobre todo, cuando la causa de infertilidad no se puede atribuir directamente a nuestros órganos reproductivos.
Se ha demostrado que la PNI puede ser una herramienta de apoyo a los protocolos médicos en el proceso de conseguir el embarazo.
La psiconeuroinmulogía analiza y estudia las causas de la infertilidad más allá de lo evidente, centrándose en un enfoque multidisciplinar e integrativo que nos ayude a comprender que existen otros parámetros que pueden ser determinantes en la fertilidad.
En los últimos años la PNI empieza a tener mucha más evidencia científica como solución
integral a los problemas de salud a los que nos enfrentamos diariamente, entre ellos, los
problemas de fertilidad.
¿Cómo trabaja la Psiconeuroinmulogía?
Cuando hablamos de infertilidad, la psiconeuroinmunología nos ayuda a completar un
diagnóstico de los pacientes (ya sea mujer u hombre).
La PNI además estudia un parámetro realmente importante en nuestra salud como es el sistema digestivo, más específicamente el intestino.
Si el intestino no cumple correctamente sus funciones, tendremos consecuencias en nuestro organismo a varios niveles, entre ellos en la fertilidad.
Para el estudio del intestino, necesitamos conocer su microbiota.
Una adecuada microbiota nos evitará muchos problemas hormonales, infecciones, enfermedades autoinmunes, problemas cognitivos, depresión, ansiedad…
¿Qué papel juega el Sistema digestivo en la fertilidad?
Si el sistema digestivo, más concretamente en el intestino, se ve afectado por cualquier problema, puede aumentar la permeabilidad, y por tanto, la absorción de tóxicos que pueden perjudicar seriamente nuestra salud.
Los factores más comunes desencadenantes de los problemas intestinales habituales son: el estrés, la mala alimentación, virus y bacterias, tóxicos ambientales, las hormonas, los antibióticos, el déficit de zinc o de glutamina, el exceso de ejercicio, el consumo de alcohol y tabaco, el consumo de antiinflamatorios…
Aunque la lista es larga, cada vez hay más evidencia científica demostrada, sobre todo aquello que empeora nuestro intestino y qué consecuencias puede tener en nuestra salud, incluyendo nuestra fertilidad. De la misma manera, también sabemos cómo frenarlo o mejorarlo y cómo debemos controlarlo a través de una modificación en nuestros hábitos.
Tres aspectos para mejorar la fertilidad según la Psiconeuroinmunología La mejora de algunos sencillos hábitos alimentarios es una herramienta muy poderosa para favorecer la fertilidad.
Queremos recordarte 3 aspectos que debes tener en cuenta:
El gluten. Se conoce muy bien la relación pro inflamatoria del gluten, sobre todo en las personas sensibles o intolerantes que deben seguir una dieta sin gluten.
La importantísima vitamina D. Los niveles saludables tienen que mantenerse entre 40 y 70 ng/ml en el análisis de sangre. Es recomendable tomar el sol y comer alimentos ricos en vitamina D como la seta shiitake, la yema del huevo, el hígado de pescado, el pescado azul, las sardinas, y el queso de oveja o de cabra. También encontramos suplementos naturales de vitamina D3 que pueden ayudarnos a conseguir unos buenos niveles si con la alimentación y el sol no son suficientes.
La homocisteína. Niveles elevados (hiperhomocisteinemia) se relacionan con problemas de implantación y abortos espontáneos. Hay que estudiar si el origen de la acumulación de homocisteína es debido a una carencia vitamínica por mala alimentación y debemos suplementar con ácido fólico, vitamina B12, vitamina B6 y betaína.
Los alimentos recomendados serían:
➖Ácido fólico: espárragos, espinacas, los cacahuetes, las judías azuki,…
➖Vitamina B12: en el marisco y el pescado.
➖Vitamina B6: en los pistachos, los garbanzos y los plátanos.
➖Betaína: en la remolacha y el brócoli.